Italia es un país lleno de historias fascinantes, y sus castillos son testigos de siglos de poder, intriga y belleza. Hoy te llevamos en un recorrido por cuatro de los más emblemáticos: desde Roma hasta el Lago de Garda, cada uno tiene su propia personalidad y un encanto único.
1. Castel Sant’Angelo, Roma:
Imponente y enigmático, este castillo a orillas del Tíber ha tenido más vidas que un gato. Nació como mausoleo del emperador Adriano, luego fue fortaleza, palacio papal y, claro, prisión. Su pasadizo secreto, el Passetto di Borgo, conectaba con el Vaticano, ofreciendo un escape digno de un thriller medieval. Hoy puedes pasear por sus salas y disfrutar de vistas espectaculares de Roma desde la terraza.
2. Castello Sforzesco, Milán:
Este gigante de ladrillo rojo es un símbolo del poder de los Sforza, una de las familias más influyentes del Renacimiento. Además de ser un testigo de intrigas políticas, hoy alberga museos con tesoros como la última escultura de Miguel Ángel, La Pietà Rondanini. Pasear por su patio es como entrar en una página de la historia, pero con el ritmo vibrante de Milán como telón de fondo.
3. Castel dell’Ovo, Nápoles:
Con un nombre tan curioso como “Castillo del Huevo”, este bastión frente al mar mezcla leyenda y realidad. Se dice que el poeta Virgilio escondió un huevo mágico en sus cimientos para protegerlo de catástrofes. Aunque no sabemos si el huevo sigue ahí, lo que sí encontrarás son unas vistas inolvidables del golfo de Nápoles y un aire de misterio que envuelve todo el lugar.
4. Castello di Sirmione, Lago de Garda:
Este castillo parece sacado de un cuento de hadas con su reflejo perfecto en las aguas del lago. Construido por los Scaligeri en el siglo XIII, es una fortaleza perfectamente conservada con torres que te invitan a imaginar caballeros y princesas. Subir sus escaleras vale la pena para disfrutar de una vista panorámica que corta el aliento.
Italia no sería la misma sin su combinación única de historia, belleza y una pizca de magia. Estos castillos no son solo monumentos, son puertas al pasado que te dejarán con ganas de explorar más. Así que, ¿cuál será tu primera parada? ¡Prepárate para vivir tu propio cuento!
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