Los cuatro clásicos: Bebidas que tienes que probar en tu próximo viaje a Italia
- Eduardo Montoya
- 28 mar
- 2 Min. de lectura
Italia se vive a través de su gastronomía, y que sería de esta sin las bebidas icónicas que acompañan cada platillo y reflejan la cultura y el estilo de vida mediterrano. Desde un espresso tomado de pie en la barra, hasta un spritz al atardecer con tus mejores amigos, cada sorbo es un viaje ¿Listo para descubrir las bebidas que conquistan paladares en todo el país?
Café espresso: El rey indiscutible de los bares
Para los italianos, el café no es solo una bebida, es un ritual. El espresso, corto y concentrado, se sirve en una taza pequeña y se toma en pocos sorbos, generalmente de pie en la barra del bar local. Es la dosis de energía perfecta para empezar el día o hacer una pausa entre reuniones.
En Italia, pedir “un caffè” significa un espresso. Nada de grandes tazas ni leche espumada a menos que sea un cappuccino (solo permitido por la mañana). En cada sorbo encontrarás el equilibrio perfecto entre intensidad, aroma y ese inconfundible toque amargo que lo convierte en un imprescindible.

Spritz: Refrescante y perfecto para el aperitivo
No hay mejor manera de disfrutar el atardecer en Italia que con un spritz en la mano. Este cóctel ligero y burbujeante, originario del Véneto, es el protagonista absoluto del “aperitivo”, esa hora mágica antes de la cena en la que los bares se llenan de vida.
El spritz se prepara con Prosecco, Aperol o Campari y un toque de soda, servido con una rodaja de naranja o limón. Su sabor fresco y ligeramente amargo lo hace perfecto para acompañar unos antipasti mientras se disfruta de una charla animada en una terraza italiana.

Limoncello: El digestivo más famoso del país
Después de una cena abundante, en la costa amalfitana y en todo el sur de Italia hay una respuesta clara, un vaso de limoncello bien frío. Este licor de limón, dulce y aromático, es el digestivo por excelencia y se elabora con cáscaras de limones de Sorrento, alcohol de 95 grados, agua y azúcar.
Se sirve helado en pequeños vasos y su frescura cítrica es el broche de oro perfecto para cualquier comida. Aunque es fácil de encontrar en toda Italia, probarlo en su lugar de origen, con vistas al Mediterráneo, es una experiencia incomparable.

Negroni: Un cóctel clásico con un toque amargo
Elegante, intenso y con un inconfundible color rojo rubí, el Negroni es uno de los cócteles más emblemáticos de Italia. Nació en Florencia en la década de 1910 cuando el conde Camillo Negroni pidió que reforzaran su americano con un poco de ginebra en lugar de soda. Así nació esta combinación perfecta de ginebra, vermut rojo y Campari.
El resultado es un cóctel equilibrado, con notas amargas y dulces, ideal para quienes buscan un trago con carácter. Se sirve en un vaso bajo con hielo y una rodaja de naranja, y es la elección perfecta para quienes disfrutan de los clásicos atemporales.

Desde la energía del espresso hasta el toque elegante del Negroni, Italia ofrece una bebida para cada momento del día. ¿Cuál de estos imprescindibles estará en tu próximo brindis?
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